Enganchados a las tecnologías

Dring, Dring, Dring…La alarma suena, son las 7 de la mañana, ayer me fui a dormir a las 23:30 de la noche con el móvil en la mano. Estoy somnoliento. Me levanto, apago la alarma del móvil y salgo de la habitación. Me dirijo hacía el aseo, me lavo los dientes y la cara. Saludo a mis padres, el desayuno está en la mesa, mi móvil y mi mano estan en sintonía, son como un único ser. Desde lejos un ojo vigila los movimientos de este ser, mientras, la otra mano va metiendo nutrientes a mi cuerpo. Mis pupilas siguen la estela de mi móvil, mis orejas escuchan atentamente cada palabra que sale del altavoz, todo mi cuerpo está pendiente de la pantalla, mi única motivación por la mañanas es el móvil. Una vez he acabado de desayunar recojo la mesa, el móvil sigue en mi mano. Vuelvo a mi habitación, hago la cama, preparo la mochila. Por último elijo la ropa que me voy a poner y me visto. Ya estoy preparado para salir hacía la escuela, pero como todavía quedan 15 minutos para que abran la puerta sigo enganchado a mi móvil. Es la hora de marcharse, me pongo la mochila, me despido de mis padres, me pongo la mascarilla y salgo de casa.

Esta es mi rutina por la mañana, pero podría ser la de cualquier adolescente. Si has prestado atención te darás cuenta de que en la primera hora del día mi móvil y mi mano han pasado abrazados, como una pareja de novios, 30 minutos. Actualmente todos, adultos, niños, adolescentes…Todos pasamos mucho tiempo con las nuevas tecnologías, hacemos más vida con ellos que con nuestra familia y amigos. Pasar tanto tiempo con el móvil es perjudicial, como para nuestra salud visual como para nuestra relación, pero después de analizar mi rutina tampoco voy a cambiar, simplemente escribo esto por si hay alguna remota casualidad y dentro de un tiempo alguien lee esto que sepa que yo tengo esta rutina matutina, estoy enganchado a mi teléfono móvil, sí, pero en esta sociedad lo estamos todos.

7 respostes a «Enganchados a las tecnologías»

  1. Me pregunto si desgraciadamente no es también la rutina de los adultos. Un adolescente describe excepcionalmente el primer momento de la mañana, un momento que debería ser de reflexión del maravilloso día que tenemos por delante, un regalo de la vida y se convierte en una adicción al móvil. Y no solamente por la mañana, el adolescente se ha marchado a dormir con el cerebro repleto de luz azul, luz que engaña a su psique y le impide descansar bien.
    Somnoliento, con menor concentración de la que debería, con menor energía de la que necesita para afrontar un día lleno de emociones. Pero como manifiesta, esta es la realidad. La pregunta es, ciertamente, ¿no podemos cambiarla?. Enhorabuena por la reflexión.

  2. ¡Cuánta razón! La de veces que me descubro sacando el móvil sin sentido, una mirada rápida, 2 segundos, para ver qué me ofrece y si tiene alguna notificación

  3. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Nos dijeron que las nuevas tecnologías estarían a nuestro servicio para hacernos la vida más fácil y quizá estamos nosotros a su servicio y nos provoquen problemas que no creíamos. Como tú dices, mal de muchos consuelo de tontos.
    Agradezco mucho vuestros escritos donde libremente expresáis vuestras inquietudes.

  4. ¡Cuánta razón y qué bien descrito! También los adultos hemos caído en la trampa de esta nueva rutina tecnológica. ¡Buen ojo crítico! 🙂

  5. Excelente Texto, en este parece que la tecnología se la nueva droga del siglo XXI ya que crea una dependencia muy grande en esta sociedad.

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