La necesidad de estar sola

Estamos integrados en grupos. Tenemos miedo a estar solos, a sentirnos que no tenemos a nadie. Quedarnos solos es algo que nos aterroriza ya que necesitamos el afecto de otras personas. La soledad es algo duro, algo que cuesta, se caracteriza como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias las cuales te afectan demasiado a tu estado de ánimo. Muchas personas perciben la soledad como algo negativo y a veces hasta trágico. Este sentimiento necesario y propio puede dar lugar, al contrario de lo que se piensa, a una situación de mucho provecho y reflexión.

Para mí la soledad es a veces un refugio, un lugar donde calmar mis miedos, donde solo estoy yo y mis pensamientos, nada ni nadie más. Pero otras veces cuando estoy demasiado tiempo sola esos mismos pensamientos me hacen sufrir, porque no sé explicar con claridad lo que me pasa por la mente. Eso es lo que tiene la soledad, puede ser buena, cuando elegimos estar solos, y así poder pensar con claridad, pero se vuelven contra nosotros cuando estamos demasiado tiempo solos y nuestros pensamientos negativos nos hacen daño. 

A veces buscamos la soledad… otras veces viene a nosotros sin querer. Pienso que la soledad a veces es necesaria, otras no. Pero también pienso que tenemos que aprender a estar solos con nosotros mismos porque la única persona que va a estar con nosotros toda la vida somos nosotros mismos, y tenemos que aceptar y aprender a convivir con nosotros y hacernos a la idea que tenemos que aceptarnos tal y como somos, aprender a escucharnos, aprender a respetarnos y sobre todo aprender a querernos, para poder ser un poco más felices.  Pasar tiempo a solas te permite ver la vida desde otra perspectiva. Podrás reflexionar sobre todo lo bueno, la alegría, los triunfos y las dificultades que te han hecho más fuerte. Cuando no hay nadie más que tú, debes aprender a confiar en tu intuición. Nada de influencias externas, nada de presiones. Cuando estás solo eres dueño de tus decisiones y de las consecuencias que traen.

Hay personas que la soledad la suelen ver como un fracaso en la vida personal y no como un tiempo maravilloso e inefable para valorarse y apreciarse. Lo más común es quejarnos de ella e intentar sacarla de nuestra vida, en vez de aprovecharla y disfrutarla. Por esta razón, se debe tener presente esto para deleitarse con una buena compañía: tu soledad. No es algo negativo. Piensa, ¿qué mejor compañía para ti que tú mismo? Cuando te sientas solo, en vez de buscar cómo llenar ese vacío con personas y situaciones que te hagan sentir menos solitario, aprende a sentirte bien contigo mismo sin buscar la alegría en agentes externos.

¿Puedo encontrarte en el mar?

Comenzó a llover fuera de la ventana. Me gusta dormirme los días de lluvia. Me hace sentir seguro. Pero no puedo dormir esta noche, quizás es porque al ser de noche mis pensamientos comenzaron a ser inquietos y empezaron a difuminarse…

Ella, una niña enferma, siempre está bien vestida, pero está cargada de mucha separación y desesperación. La gente siempre dice que el exterior del río parece muy tranquilo, pero en las profundidades es turbulento y se ensancha. He estado, lo he visto, parece así…Ella es así

Me dijo que ya se había quitado la máscara, pero sigue sintiéndose cansada. Me preguntó por qué… Sus ojos escalofriantes y melancólicos sólo eran visibles en ese momento. Mirando la forma en que me preguntó, aquella cara, me veía confuso e impotente. “No sé, no sé, no sé …”.

Dijo que había empezado a llevar una vida normal y anormal, y yo estaba orgulloso y triste por ella. Dijo que había vuelto a estudiar. Le dije sinceramente que por fin era como la que era en realidad. Sólo una sonrisa ha transmitido estas palabras. Sin palabras, estaba pálida y débil.

Se preguntaba si algún día conseguiría su sueño…pero ¿su cuerpo podría soportarlo? ¿Si un día no va a la escuela, coge otro camino y va a una ciudad muy lejana, vivirá feliz y continuará feliz? Una pena penetró en el haz de luz que de fuera de la ventana. No tengo nada que decir. Sólo mirarla tranquilamente, sentirse triste por ella. Siendo torturado por ella día tras día. Siempre me cuenta sus historias, sus pensamientos, su pasado…También siempre escucho todo sobre ella con paciencia. Sé que me necesita.

Demasiado, demasiado, sobre ella, una chica enferma. No puedo sentir lo mismo ni lo puedo expresar con palabras. Aunque es todo ella, es más impotente.

Me gusta ver el mar. Incluso creo que puede que el mar me conozca mejor que la gente que me rodea. Le he explicado todos los secretos. “Si es posible, la llevaré a verte la próxima vez, ¿de acuerdo?”. Creo que caminaremos juntos, hablaremos y reiremos al borde del mar.

Quizás fue porque mi imaginación era demasiado hermosa y poco realista. Abrí los ojos lentamente. El contraste entre el futuro brillante y la soledad del presente me hizo redondear en la cama. Quiero verte, te echo de menos, quiero pasear por la playa contigo, espero decir que me gustas.

La lluvia fuera de la ventana caía más intensamente…pero…¿tú volverás?

Mis pensamientos no tienen título

Mi odio no tiene límites, y por mucho que me lo plantee no paro de pensar en el asco de sociedad que tenemos: no tengo ganas de salir a la calle, no tengo ganas de socializar, no tengo ganas de ver a ningún otro ser que exista. Estas vacaciones de pascua no he querido salir de mi casa, simplemente porque estoy cansado de todo y todos. ¿Qué asco de gente los vagabundos que viven en la calle, verdad? No entiendo por qué piden dinero sabiendo que no le vamos a dar nada. Qué asco las personas extranjeras, generalmente de región marroquí o gitanos que te piden un euro, seguramente para gastarlo en cigarrillos o quitarte la cartera mientras le das el euro. Últimamente estoy muy muy muy cansado de toda la chusma que me encuentro por la calle. España se ha convertido en un sitio asqueroso…. (O eso diría un ignorante.)

Realmente yo… Las cosas las veo al revés. Todos debemos mirar las cosas desde otra perspectiva. Voy a contar una pequeña historia que me ocurrió el otro día, después de ella os contaré lo que realmente pienso de la vida:

Hace unos días salí a caminar con mis perras, como de costumbre. Al salir un hombre me comenzó a chillar porque mi perrita pequeña se había cagado en el césped, a lo que yo recogí el deshecho. Siendo sinceros yo no llevaba un buen día, y decidí pasar del hombre. Al rato me senté en un pequeño trozo de piedra, y enfadado decidí volver a casa antes de lo necesario para que mis perras disfruten, pero me surgió lo siguiente… Mi perra se paró a oler unas flores hermosas, y yo estiraba de ella pero PUM, algo cruzó mi cabeza, y me di cuenta de que quizás la vida es así, todos vamos tan sobrecargados que no nos damos cuenta de las flores que se cruzan en nuestro camino, y probablemente lo necesario es pararse a olerlas un ratito. Aquel día me detuve unas horas en el parque con mis perras, se lo pasaron increíblemente bien, olieron muchísimas flores, mientras que yo sin darme cuenta también olía una de las mejores flores de mi vida.

Después de esto voy a decir que adoro mi vida, mi ciudad, mi mundo, mi todo. Lo siento por no poder dar dinero a los vagabundos, pero muchas veces les doy tema de conversación, algo que ellos probablemente valoran mucho más. Intento dar los euros que la gente necesite, sin miedo a que me roben la cartera. Doy millones de besos a mis seres queridos: Mis padres, mi hermano, mis amigos… Probablemente esa pequeña historia me haya devuelto la ilusión de vivir y la felicidad de la existencia. Sabéis… Algo que me gusta de mi vida es saber que no soy nadie pero hago sentir alguien a los demás. Hay miles de millones de personas, también miles de millones de flores por descubrir. ¿Por qué los ignorantes no se dan cuenta de que la felicidad puede esconderse tras una flor? 

Vivir es increíble, y cuando vea el final del túnel deseo mirar atrás y ver recuerdos, no sueños.

¿Futuro?

¿Por qué?, ¿Cómo? ¿Cuándo?. ¿Por qué ha llegado este momento tan rápido?. ¿En qué momento estamos en la tercera evaluación si hace dos días era verano?, siento que mi vida va a cambiar al cien por cien y no estoy segura de si será para bien o para mal. 

Solo de pensar en todas las preguntas que hace mi cerebro por la noche me entra estrés e impotencia por no poder hacer nada y siento que solo me quedará angustia en el futuro. No sé si me sentiré cómoda o si me irá mal por no saber organizarme, miles de cosas rondan por mi cabeza siempre. 

Futuro, gran palabra, pero en realidad, ¿cómo es? (Pregunta sin respuesta).

Desconozco si mis amigas del presente estarán en mi futuro o si todo estará igual de normal como ahora, solo me queda recurrir al “si pasa es por que tiene que pasar”, esa frase me ha salvado de crisis de ansiedad por miles de veces, creo mucho en el destino y si el destino quiere que así sea, así será, al fin y al cabo, el tiempo pone todo en su lugar.

Porque de todo esto me llevo un montón de experiencias, sensaciones y amistades increíbles, así como  deseo que en mi futuro estos momentos del presente, próximo pasado, sigan viviendo, aunque sea, en en un pedacito de mi corazón.

Decepcionar a tus familiares es la peor sensación que hay, el sentimiento de inferioridad que te entra cuando a tus primos les va fenomenal en la universidad y tus abuelos y tíos te lo recuerdan siempre es un infierno, ya sea la mítica de “¿y qué quieres ser de mayor?” o la de “¿irás a la universidad como tus primas verdad?” de verdad que me impone mucho pensar en mi futuro, no sé si podré llegar a cumplir estas expectativas pero lo que sé es que no seré igual que nadie.

Y tan solo, muere

Mis ojos se oscurecen con el pasar de los minutos. El murmullo de las voces que aún vagan perdidas se desvanece entre el sonido de mis propios zapatos pisando el asfalto. La brisa fría y cortante viene en mi busca. Recorre mi cuerpo veloz y despiadada. El vello de mis brazos se eriza. Recorre mis manos, que a tientas, buscan el calor de los últimos rayos dorados del sol de la tarde; que poco a poco muere entre los altos edificios de las calles, casi desiertas, de la ciudad. Muere. 

Muere. Como mueren los primeros pasos de un infante que va en busca del amor de una madre.

Muere. Como la primera sonrisa que se dedican dos personas que han descubierto estar enamoradas.

Muere. Como mueren las risas efímeras de aquellos que no se volverán a juntar nunca más.

Muere. Como mueren los besos al anochecer en los portales. 

Muere. Como muere la bonhomía de alguien que perdió toda esperanza.

Muere. Como muere el llanto que asfixia a quien silencia su dolor.

Muere. Como mueren los gritos ahogados de alguien a quien callan por temor.

Muere. Como muere al final del día una parte de mí; que ya no será ーigualー jamás.

Y tan solo, muere. 

Allí

Cerré los ojos y con incertidumbre me sumergí en ese mar de aguas gélidas donde ni el más claro recuerdo es nítido ni el más lejano es ya tan remoto. En ese lugar donde ni con la más gruesa pelliza puedes mitigar el frío proveniente del corazón implacable que late con vehemencia pidiendo que se le apremie. Desde allí puedes otear el amasijo de sensaciones fugaces que deambulan sin reparar en la innata necesidad que tienes en esconderlas, para que ni el más embaucador de tus sentidos pueda expirar con la más escuálida. Cerré los ojos y me sumergí allí donde se delimita a la alimaña y se embelesa a lo inhóspito para convertirlo con saña en el enlace entre la más mísera alma y la más banal conciencia. Cerré los ojos y con desasosiego sucumbí al poder de aquel lugar, cerciorándome tórridamente que viviría con holgura exiliado de toda represalia.

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Habréis escuchado esta frase miles de veces a lo largo de vuestra vida y es que realmente tiene un significado más profundo de lo que creemos.

Simplemente imagina: el día acaba de empezar y ya son las seis de la tarde, acaba de llegar el lunes y estamos ya en viernes,  el mes se ha terminado,  el año está casi acabado, y ya han pasado 40, 50, o 60 años de nuestras vidas,  nos damos cuenta que hemos perdido a nuestros padres, a nuestros amigos  nos damos cuenta que es demasiado tarde para volver atrás.

Entonces, ahora, intentemos, a pesar de todo, disfrutar a fondo del tiempo que nos queda.

No paremos de buscar actividades que nos gusten, sonriamos ante las pequeñas cosas de la vida que animan nuestros corazones. Tenemos que continuar disfrutando del tiempo que nos queda.

Hay que quitar de nuestra vida los después. Lo hago después, lo diré después, lo pensaré después. Dejamos todo para más tarde como si el después fuese nuestro.

Y lo que pasa es que después, el café se enfría, las prioridades cambian, el encanto se rompe, la salud se va, las madres y los padres envejecen, las promesas se olvidan, el día se convierte en noche y la vida se acaba terminando.

Y ese después normalmente acaba siendo demasiado tarde.

Entonces, no dejemos nada para más tarde. Puesto que dejando siempre todo para más tarde podemos perder los mejores momentos, las mejores experiencias, los mejores amigos, la mejor familia etc

El día es hoy, el instante es ahora, hay que disfrutar el momento: “carpe diem”. Hazlo ahora, algunas veces el después se convierte en nunca.

Esa horrorosa inseguridad

El tema que voy a tratar es algo complicado para una gran mayoría, tiene muchos matices, algunos positivos y otros no tantos. En algunas ocasiones puede significar un grave problema en la vida de alguien, como por ejemplo la vida de muchos adolescentes, por a o por b no se sienten a gusto con su forma física o están acomplejados por comentarios que ha dicho la gente en alguna ocasión, aunque también puede ser que no les guste su forma de ser, su carácter, en definidas cuentas algo de su ser con lo que no vive cómodamente.

Quererse a uno mismo no es tarea fácil y esto se puede ver reflejado en depresiones, gente que ha acabado con ansiedad, y en algunos casos con su vida, fríamente hablando. Pero es una realidad, el no estar a gusto con tu cuerpo puede tener graves consecuencias, por eso se debe hablar tan explícitamente de esto, aunque a su vez hay que tener tacto.

Como tal no hay una solución, pero sí que puede haber remedios para que una persona no viva acomplejada o no acabe como he mencionado antes. Uno de ellos puede ser ayuda psicológica que puede ser de gran ayuda, pero, en mi opinión creo que lo mejor que puede hacer estas personas es hablarlo con sus seres queridos, por complicado que sea, deben hacer un esfuerzo para comunicarlo a las personas que quiere. Solo así podrá mejorar e incluso intentar un cambio físico o de personalidad, es mucha la gente que lo hace simplemente para conseguir el objetivo que quiere, eso sí, debe ser fuerte, porque en la mayoría de casos es un cambio complicado con el cual lleva arraigado mucho tiempo en la persona que sufre esta inseguridad por su manera de ser.

Y una cosa que quiero tratar, muy importante, cuando la víctima va a charlar con sus seres queridos es que estos deben saber escuchar para que se sienta cercano, y lo que en mi opinión nunca deben hacer, aunque lo hagan con buena intención, es decir que no es cómo dice ser, porque la persona que sufre sabe de sobra el problema que tiene y que sufre día tras día y el decir ‘’no digas eso, porque no es así’’ es un gran error porque la persona se conoce de sobra.

Para acabar me gustaría decir que no se hagan comentarios ofensivos, aunque parece obvio hay mucha mala gente suelta por ahí, por no decirlo de otra manera, y eso no ayuda a las víctimas.

Escrito por alguien que en algún punto de su vida fue comido por esa horrorosa inseguridad.

El poder de la influencia

¿Por qué nos importa tanto la vida de l@s demás? ¿Por qué somos tan influenciables? ¿Tenemos criterio propio?

Uno de los muchos problemas que hay en esta sociedad, respondiendo al primer interrogante, es que vivimos en un mundo donde reina la envidia. Actualmente, en televisión, hay infinidades de programas donde hablan de la vida privada de l@s famos@s, critican la vida de ell@s y se creen con capacidad de juzgarles. Yo siempre respondo con “Que haga lo que quiera con su vida mientras no moleste a l@s demás” cuando me explican algo de la vida privada de una tercera persona, pero… ahora os planteo una pregunta: ¿Si yo critico a estos programas, estoy fallando a la frase que siempre utilizo?

El segundo y el tercer interrogante son muy parecidos. Durante toda la historia, la manera de pensar se ha ido pasando de padres a hij@s. En las últimas décadas la mentalidad se ha ido abriendo poco a poco y cada generación piensa bastante diferente a la anterior. ¿Esto significa que tenemos criterio propio? No. Cuando eres capaz de argumentar y defender tu punto de vista, no te dejas influenciar de forma negativa por l@s demás y no piensas de alguna forma porque tod@s piensan igual, se podría decir que tienes criterio propio.

Actualmente estamos recibiendo información las 24 horas del día, esto quiere decir que leemos y escuchamos cientos de puntos de vista diferentes. La influencia no tiene por qué ser mala, pero cuando lo es, nostr@s somos l@s responsables de que no nos influya en nuestra manera de pensar y de vivir. Nadie se tiene que sentir mal por pensar de una manera diferente, siempre que sea democrático y legal, obviamente. Ahora os planteo otra pregunta: ¿Os acabo de influir en vuestra forma de pensar?

Llamada a la Vida

Oídme bien: hay algo que debéis saber… Os estáis equivocando. No hay nada ajeno a vosotros y, sin embargo, buscáis miedos para todo.

Necesito que sepáis que os estáis perdiendo, desprotegiendo vuestra esencia con mentiras y temores. Teméis tanto a todo que se os va la vida sin respirar. Sabéis exactamente qué es lo que os atormenta y que debéis hacer para alejarlo. No se trata de un juego de azar.

Explotáis como si de una bomba se tratara este lugar, dejadme deciros que la mecha ya hace mucho que quema, y no precisamente para traer algo mejor. Os persigue y aceleráis. ¿Pero no os dais cuenta que no podéis escapar? Basta ya de consumiros en culpas o en esquemas. Basta ya de tropiezos y llantos por la misma piedra. ¿Podéis hacer el favor de coger la maldita roca y tirarla al mar?