Repetimos año: 10 de mayo

Día 10 de mayo y la fiesta se vuelve a repetir. Año 2019, mis nervios vuelven, la felicidades y la excitación de quedar con mis amigos, de ver esos fuegos artificiales que parecen estrellas, de tener la sensación de ser libre por un momento y de pensar que hay que vivir la vida al límite. Allí estoy yo, en la playa, sintiendo la arena rugosa y suave a la vez, las piedrecitas que se me meten por el zapato y el calcetín y lo incómoda que me hace sentir, ¡ Buf, que rabia! Me quito el zapato y consigo quitarme la maldita arena, consigo tener la sensación de satisfacción, ahora me siento mucho más cómoda. Mi amiga y yo vamos a la heladería “jijonenca”  a comprarnos un helado de chocolate. Noto el frío entres mis dientes y dejo de sentir la boca por un momento pero el chocolate está tan bueno, tan dulce y tan suave que dejo que el frío me invada la boca solo por el magnífico sabor del chocolate. Empieza ya la fiesta, empiezan los petardos de colores rojo, naranja, azul…Dentro tengo la sensación de que me voy a quemar, alguna chispa va caer en mi brazo o pie y llega el momento, ¡boom! Queman el demonio mientras todos están aplaudiendo y sonriendo. Acaba la fiesta y llega el momento de coger el bus e irme a casa, lo peor es coger el bus de noche…paso muchísimo miedo, por las personas, la oscuridad…pero después de haberlo pasado bien toca llegar a casa.

Rutina Amor – Odio

Mi madre entra abriendo la puerta de golpe y me despierta diez minutos antes de que suene la alarma, me cabrea mucho que haga eso, me quita minutos de sueño que necesito porque siempre me acuesto tarde. Cierro los ojos de nuevo y espero a que suene la alarma. Con sueño y frío la apago y espero unos minutos con los ojos cerrados. Si hay suerte, no me duermo. Salgo del cuarto y estoy sola, mis padres y mi hermano se han ido a trabajar. Cojo una taza, le echo la leche y cojo los chococrispis. Me lo tomo con calma vaya bien o mal de tiempo. El desayuno es sagrado. Con sueño e intentando recordar lo que he soñado me aseo y después pongo música en el móvil: puedo ponerla alta, no hay nadie en casa.

Vuelvo a mi cuarto a ver que me pongo, cojo unos tejanos y cualquier camiseta o sudadera. Lo llevo todo al cuarto de mis padres para mirarme en el gran espejo de su armario. Entonces mientras me visto me fijo en Darwin, mi gato, que me está mirando porque lleva toda la mañana persiguiéndome para que le dé besitos y caricias. Después de la dosis de amor en vena cojo la mochila, apago las luces de toda la casa, me echo colonia, cacao en los labios y salgo por la puerta. Bajo las escaleras corriendo y abajo me espera Tania, me alegro mucho de verla, me recuerda en que tengo sueño pero al menos voy a estar todo el día con mis amigos. Ya, luego en clase me alegro de haberme levantado y pienso “Que empiece el día”.

Tu último beso

Nada. No sentía nada, estaba completamente bloqueada, no reaccionaba, no sentía, no pensaba. Algo en mí no quería creérselo, ¿era real?, ¿estaba pasando de verdad?, ¿era posible?, ¿se había ido?. Una lágrima empezó a recorrer mi rostro, fugazmente mi mente recordó todos los momentos vividos a su lado. Poco a poco mi cuerpo reaccionó y mi mente despertó de lo que parecía ser una pesadilla. Sentí un profundo y cariñoso abrazo, una respiración nerviosa, unos dorados rizos cubrían mi cara, y con un cálido aliento que se posaba en mi cuello, escuché su voz titubeante, sus labios pronunciaron las palabras juntas lo superemos. Nuestras manos se entrelazaron, nuestros cuerpos iban al unísono. Ya no percibía el olor a vainilla que recorre mi casa, me encontraba rodeada de paredes blancas y personas anónimas vestidas con batas blancas. Mi mirada conectó con unos inigualables ojos color miel, mis pies tomaron velocidad, y en cuestión de segundos me encontraba rodeada de unos brazos delgados y arrugados. Con un sentimiento de vacío, con el corazón hecho pedazos pero con mucha fuerza, voluntad y amor, conseguimos entrar. Y…ahí estaba, tumbado entre cuatro sábanas blancas.

Nos acercamos sigilosamente sin querer despertarlo. Mis manos acariciaron las suyas, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Me quedé mirándolo fijamente. Sentí un leve dolor en el brazo, era real, no estaba soñando. Me tumbé a su lado y hablé con él, en ese momento su aroma y el calor de su cuerpo era lo único que podía tranquilizarme. 22:20, 22:25, 22:40, 23:00… llegó la hora, no me salían las palabras, no podía pronunciarlas, era incapaz de decirle adiós para siempre. Me agaché y con una sensación agridulce, le di un pequeño beso en su helada frente, le di… mi último beso, cargado de emociones, experiencias, momentos, sonrisas, lágrimas… un beso, perfectamente imperfecto. En ese instante sentí como me regalaba una pequeña parte de su alma que curaba las heridas de mi corazón.

26/9/2019.

Gracias por ser mi ángel de la guarda…mi corazón siempre va a llevar tu nombre.

Enganchados a las tecnologías

Dring, Dring, Dring…La alarma suena, son las 7 de la mañana, ayer me fui a dormir a las 23:30 de la noche con el móvil en la mano. Estoy somnoliento. Me levanto, apago la alarma del móvil y salgo de la habitación. Me dirijo hacía el aseo, me lavo los dientes y la cara. Saludo a mis padres, el desayuno está en la mesa, mi móvil y mi mano estan en sintonía, son como un único ser. Desde lejos un ojo vigila los movimientos de este ser, mientras, la otra mano va metiendo nutrientes a mi cuerpo. Mis pupilas siguen la estela de mi móvil, mis orejas escuchan atentamente cada palabra que sale del altavoz, todo mi cuerpo está pendiente de la pantalla, mi única motivación por la mañanas es el móvil. Una vez he acabado de desayunar recojo la mesa, el móvil sigue en mi mano. Vuelvo a mi habitación, hago la cama, preparo la mochila. Por último elijo la ropa que me voy a poner y me visto. Ya estoy preparado para salir hacía la escuela, pero como todavía quedan 15 minutos para que abran la puerta sigo enganchado a mi móvil. Es la hora de marcharse, me pongo la mochila, me despido de mis padres, me pongo la mascarilla y salgo de casa.

Esta es mi rutina por la mañana, pero podría ser la de cualquier adolescente. Si has prestado atención te darás cuenta de que en la primera hora del día mi móvil y mi mano han pasado abrazados, como una pareja de novios, 30 minutos. Actualmente todos, adultos, niños, adolescentes…Todos pasamos mucho tiempo con las nuevas tecnologías, hacemos más vida con ellos que con nuestra familia y amigos. Pasar tanto tiempo con el móvil es perjudicial, como para nuestra salud visual como para nuestra relación, pero después de analizar mi rutina tampoco voy a cambiar, simplemente escribo esto por si hay alguna remota casualidad y dentro de un tiempo alguien lee esto que sepa que yo tengo esta rutina matutina, estoy enganchado a mi teléfono móvil, sí, pero en esta sociedad lo estamos todos.

Sueños

SUEÑOS

Es duro saber que solo hay momentos puntuales en los que estás con personas que te hacen realmente feliz. Supongo que eso es cruel porque me acabo de levantar de los sueños donde estoy siempre con esas personas. Mis sueños suelen ser extraños…desde pequeño he tenido sueños demasiado reales, dentro de ellos siento dolor, puedo olfatear aromas, puedo oír cosas, pero me gusta porque puedo controlar lo que veo y siento. A veces ni diferencio dónde o cómo estoy, si estoy dormido, si estoy despierto…De pequeño tuve problemas con esto, problemas interiores, porque soñaba imágenes de días siguientes, no sabía cuándo vendrían esas imágenes, y me daba miedo pensar que todo era una mentira. Supongo que también me daba miedo saber si esas imágenes eran reales o si los terroríficos personajes que imaginaba también lo eran…pero después de unos años, por fin, he sabido controlar cosas que no todos pueden.

Carta de presentación

Llegué al mundo un cinco de febrero, hace quince años, dentro de poco, dieciséis. Y aunque, haya estado viviendo sobre la faz de la tierra, muy poco, siento que llevo buscándome por la eternidad. Siento como si hubiera estado cincuenta años buscando respuesta a una pregunta que no sabremos si realmente la tiene. ¿Qué sentido tendrá buscarle el por qué a todo? ¿Por qué perder nuestro tiempo? ¿Las mentes cómo las nuestras, son las que realmente encuentran, si la hubiera, respuesta a todo tipo de preguntas existenciales? El cerebro es tan malditamente complicado. Bueno, el cerebro y nuestro corazón, que aunque tiene complejo de inferioridad, manda más de lo que creemos. Vale sí, manda solo si tú le dejas que lo haga. ¿Pero, por qué me estoy planteando todo este tipo de cuestiones cuando puedo cuestionarme otro tipo de preguntas menos complejas como por ejemplo, por qué estoy redactando esto creyéndome alguien relevante?  Para ello, si tengo respuesta. Prefiero hablar de un tema que conozco con seguridad, que no soltar rollos filosóficos nada más haber empezado a estudiar filosofía y mi propia mente y alma, que aún vagan eufóricas dentro de mí, porque no tienen control alguno.

Volviéndolo a leer todo, puede parecer realmente absurdo, empezando porque tendría que ser inspirador, de alguna manera sofisticado y lleno de palabras difíciles, que la gente de mi edad, pasaría de aprender para seguir viviendo en la ignorancia y el desconocimiento del gran potencial de su mente.  La gran cuestión a todo esto es: ¿por qué hago todo esto y soy así? Desafortunadamente, no lo sé y si alguien lo sabe, que venga y me lo diga, porque estoy más perdida que el rey de este país cuando no sabe qué decir ante las acusaciones sobre corrupción que le lanzan. Lo que decía, malditamente absurdo, ¿pero que podían esperar de mí? De mí, que soy la primera en desafiar la moral de cada individuo que atenta sin respeto y derecho a otres , que se pelea con los onvres hetero básicos de su clase y maldice por respirar el mismo aire que ellos, que le envía correos electrónicos a su profesor y ahora, nuevo maestro (en el sentido Kung Fu de la palabra, pero sin las artes marciales de por medio, no creo que se nos diesen muy bien), quejándose de su estúpido complejo mundo interior, la chica la cual en todos sus trabajos descarga su ira sobre la mierda de mundo y país en el que vivimos. ¿Qué pueden esperar de una chica de la generación Z? Sí, “la generación de cristal” (nótese el sarcasmo), esa generación a la que dejarán las manos manchadas (hablaremos de esto más adelante). ¿Qué pueden esperar de una chica que vive constantemente en su mundo? ¿Qué pueden esperar de la chica que sueña por todo lo alto pero tiene los pies encadenados al suelo? ¿Qué pueden esperar de una acuario, el signo más raro del zodíaco? ¿Qué pueden esperar de la chica que da por conocer cada día algo nuevo y acaba por entender nada de todo lo que cree saber? ¿Qué pueden esperar de la chica que parpadea, como una bombilla a punto de apagarse por completo, porque no está al cien por cien segura de nada? ¿Qué pueden esperar de la chica que no sabe nada y cree saberlo todo sobre el mundo, las personas y ella misma? ¿Qué pueden esperar de mí?

Nubes

Acostadas en el pasto observando las nubes, viendo las formas que estas tenían.

Ver el cielo, voltear, y que esté ella, su cabello rubio y largo, sus ojos color verde esmeralda, grandes y brillantes.

Me mira y me sonríe; creo que esta chica es mi definición de perfección.

Escuchar su risa rara y contagiosa, es simplemente maravilloso. Que me cuente cómo le fue el día, aunque creo que a veces no le presto atención, ya que me pierdo en su voz.

Un día me dijo que vio una nube que le hizo acordarse de mí. Todavía no sé el porqué, dice que es un secreto y cuando llegue el momento me lo dirá.

Creo que es por eso que me gusta tanto ver el cielo y sonreír.

Blog de creación literaria: Memorias de un@ hij@ del siglo XXI

Todo tiene un comienzo. Hoy se abre un portal, un camino, una ventana que llevará al lector a los mundos interiores de los adolescentes del siglo XXI. ¿Mundos caóticos? ¿Mundos inestables? ¿Mundos en constante cambio? Sí, pero también mundos llenos de sentimientos, de miedo, de amor, de inseguridades, de crítica, de alegrías y de penas…en esencia, mundos llenos de Vida.

Hoy nacen palabras de fuentes jóvenes, fuentes que necesitan poner voz a todo lo que se remueve en su existencia, a todo lo que sienten, a todo lo que viven. Detrás de las palabras hay una manera de entender el mundo. Ese es el objetivo de este proyecto: que cada joven pueda haceros llegar y conocer su mundo interior mediante ese magnífico arte que lleva siglos acompañando a la humanidad: la literatura.

¿Cómo nos verán las generaciones venideras a la humanidad del siglo XXI? ¿Qué opinión tendrán de nuestra forma de vida? Durante siglos, las memorias han servido para viajar al pasado, meternos en la piel de personas que han vivido realidades muy diferentes a las nuestras y empatizar con su forma de vida. Pues bien, ahora es nuestro turno: dejaremos nuestra huella en el camino del tiempo. 

Adentraros en un universo visto desde la mirada de aquellos que están descubriendo la vida, de aquellas que se están empapando de una sociedad que es legado de generaciones anteriores, de cómo ven sus fortalezas y sus debilidades, de cómo sienten el día a día en el mundo que les ha tocado vivir, cómo luchan por ganarse un hueco en él y encontrar la persona que son y que quieren llegar a ser y cómo van descubriendo cuál es su papel en este maravilloso regalo que es la Vida. Encontraréis relatos de todo tipo: vivencias que dejan brecha en la vida de una persona, experiencias cotidianas, ensayos filosóficos, rutinas diarias , recomendaciones de libros, frases célebres de las grandes mentes que han dejado huella en el tiempo, palabras maravillosas de nuestra lengua que son poco utilizadas…

Que la prepotencia, que a veces conlleva la madurez, no nos haga olvidar que de todo se puede aprender…y estas generaciones, que vienen pisando fuerte, tienen mucho a decir y mucho de que lo podemos aprender. 

 

Así que desechad los prejuicios hacia ellos, dejaos sorprender, abrid la mente y adentraros en este fascinante mundo…

…Bienvenid@s…